Fortaleza Gagi, Georgia

Fortaleza Gagi, Georgia

La Fortaleza Gagi (georgiano: გაგის ციხე) es una histórica ciudadela localizada en Kvemo Krali en Georgia. Situada en la antesala del río Debed, cerca del pueblo de Kushchi, la fortaleza se encuentra a media hora de manejo desde el Puente Rojo, el cual sirve de frontera entre Georgia y Azerbaiyán, y a una hora de manejo desde Tiflis.

La Fortaleza Gagi se construyó sobre una colina rocosa que da cara a un hermoso valle y era conductora de gran riqueza en tiempos de paz y un bastión esencial durante la guerra. A pesar de que en la actualidad la fortaleza está en ruinas y desprovista de la infraestructura de turismo, una corta visita en la Fortaleza Gagi es la manera perfecta de encontrarse con la región de Kvemo Kartli y sus siglos de historia.

Historia de la Fortaleza Gagi

Los historiadores primero se refirieron a la Fortaleza Gagi en el siglo XI. De acuerdo con Vardan, un historiador armenio del siglo XIII, el rey armenio Gagik I (990-1020) construyó esta fortificación durante su reinado, lo cual explicaría el nombre del castillo. Sin embargo, excavaciones arqueológicas posteriores indicaron que la fortificación es mucho más antigua, llevando a la teoría de que el Rey Gagik simplemente la renovó.

Debido a su locación estratégica, la cual se encuentra de cara a una importante ruta de comercio, no es de sorprender que muchos países compitiesen por el control sobre la fortaleza. Durante el reinado del rey Bagrat IV (1027-1072), la Fortaleza de Gagi sirvió como puesto de avanzada del sudeste. Cuando su predecesor Giorgi II (1072-1089) fue traicionado por el hijo del caudillo feudal Liparit, fue forzado a ceder el castillo de Gagi, aunque el rey David el Constructor (1089-1125) lo recapturó para Georgia en 1120. Como la primera y gran bastión en el camino que conectaba a Tiflis con el sur, la fortaleza de Gagi tomó su primer golpe durante las invasiones del sur, con las invasiones del Emperador Khwarazmian, Jalal ad-Din Manguberdi y más tarde los mongoles.

Comenzando en el siglo XV, la fortaleza fue reforzada con paredes coloridas ligeramente, y pronto se hizo conocida como Aghjakala (Akçakale, o Fortaleza Blanca). Aghjakala era el fuerte principal de Somkhiti, una región histórica de Georgia, que en la actualidad son los distritos de Gardabani y Gachiani. A finales de la Edad Media, Gagi protegía una estratégicamente importante carretera que conectaba Georgia con el Medio Oriente e Irán. Los gobernantes iraníes, más notablemente Agha Mohammad Khan Qajar, intentaron persistentemente capturar Aghjakala, reasentar nómades en el Valle de Debed, eliminar al gobernante feudal de Georgia y destruir los caminos del sur que lideraban al Reinado de Kartli. Estos ataques se encontraron con la feroz resistencia de los reyes georgianos, quienes lograron retener el poder de Aghjakala. Con el tiempo, la significancia defensiva del castillo desapareció y en la actualidad la Fortaleza de Gagi es solo una sombra de su glorioso pasado.

Arquitectura de la Fortaleza de Gagi

A pesar de que la mayor parte de la fortaleza yace en ruinas, aún pueden distinguirse interesantes elementos arquitectónicos, principalmente en sus dos paredes principales. La más baja y antigua de las paredes fue realizada con bloques de piedra de igual tamaño colocados a igual distancia, mientras que la más nueva, la pared superior, fue creada con pequeñas pilas de piedras chatas e irregulares. La pared del siglo XV está marcada por varias torres circulares, incluyendo una ciudadela redondeada cerca de la entrada sur.

Los arqueólogos han excavado grandes cantidades de cerámica esmaltada típica de los siglos X-XII, proveniente de la parte más antigua del castillo. Fragmentos de cerámica pertenecientes a los períodos eneolítico y comienzos y finales de la Edad de Bronce, han sido descubiertos en una colida cercana a la fortaleza, lo cual sugiere que la zona ha sido habitada durante miles de años.

La Fortaleza de Gagi aguarda extensivos esfuerzos de reconstrucción y una búsqueda arqueológica más extensa, ya que, sin duda, hay mucho más para descubrir en sus históricos confines.