Turismo Histórico en Kirguistán

Turismo Histórico en Kirguistán Paso Torugart

 

El turismo histórico en Kirguistán abarca los acontecimientos de milenios y excava en las capas de la historia casi olvidada, mientras resucita la memoria de nómades, colonizadores y mercaderes del pasado.

Adéntrese en la historia antigua con los Petroglifos de Cholpon-Ata, los cuales ofrecen una rara mirada del estilo de vida sedentario preislámico de los antiguos habitantes de las Montañas Tian Shan. Cientos de petroglifos maravillosamente preservados, ilustrando animales, carrozas y cazadores en una vasta superficie de arena, la cual se cree es un templo del sol al aire libre. Mientras tanto, los petroglifos de Tamga y Ak-Sai, cerca del lago Issyk-Kul son atribuidos a colonizadores tibetanos de comienzos del período medieval, un tangible recordatorio de las diversas influencias de la región a través de los siglos.

Dado su estilo de vida transitorio, los primeros nómades kirguises no dejaron abundantes rastros de sus andanzas al pasar. Sin embargo, en la actualidad los viajeros aún pueden hallar fragmentos de su pasado en el Museo de Civilizaciones Nómades en la región de Issyk-Kul, en el Museo Histórico Issyk-Kul y el Museo Cultural en Cholpon-Ata. También es posible pasar la noche en una yurta de montaña con la pequeña población seminómada de kirguises en el este, participar de demostraciones interactivas de la construcción de una yurta en las cercanías de Bishkek y tomar parte de los varios festivales que celebran el tradicional estilo de vida kirguís; todo lo necesario para hacer que este esencial legado kirguiz cobre vida.

Sin embargo, Kirguistán no eran solo tiendas y viajeros. En el siglo IX el formidable Imperio Karakhanid subió al poder en la región, con el antiguo Uzgen cerca de Osh y Balasagun cerca de Bishkek sirviendo como capitales regionales por siglos. En la actualidad, los visitantes pueden admirar los minaretes, mausoleos y casas de baño, en el inhabitado Uzgen y la famosa Torre Burana marcando la locación de Balasagun, la cual ahora yace en el desierto.

Durante la Edad Media, las caravanas de la Ruta de la Seda habían excavado profundos senderos a través del traicionero territorio montañoso en su viaje hacia y desde la vecina China. Dado a que era la ciudad de Osh, la actual ciudad de Naryn fue una de las antiguas paradas. La ampliamente reverenciada Montaña Sulayman-Too en Osh, aun marca la mita del camino de la Ruta de la Seda, mientras que las sombras de antiguos viajeros cobran vida en el vibrante Bazar Jaya. A pesar de esto, el sitio más glorioso de Kirguistán en la Ruta de la Seda es el Caravasar Tash Rabat, cuyos dudosos orígenes y hermosa montaña remota localizada cerca de la frontera con China, solo añade mística a su permanente encanto.

El turismo histórico en Kirguistán no estaría completo sin una mirada en la historia moderna. Cualquiera que sienta curiosidad acerca de la era soviética en Kirguistán, apreciará el Museo Histórico Estatal Kirguiz y la Plaza de la Victoria en Bishkek, así como también el Museo Przhevalsky en Karakol. La mayor parte de Bishkek, incluyendo la Plaza Ala-Too, proporciona un clásico ejemplo de la arquitectura de la era soviética. Si planifica cuidadosamente su visita a la Plaza Ala-Too, tendrá la oportunidad de ver el cambio de guardias. Más hacia el sur, la gigante estatua de Lenin en Osh, se erige en una extraña yuxtaposición con una gran bandera de Kirguistán; un recordatorio de la merecida independencia de la nación.

Venga a interactuar con la historia local a través de un viaje independiente o arregle un paquete turístico a Kirguistán mientras profundiza su comprensión de esta antigua tierra.